Sexo oral y sus riesgos

La expresión de su cara estaba anunciando el resultado. Una mezcla de miedo e incredulidad; no era la misma de hacía veinte minutos y mucho menos la que vi por primera vez un mes atrás.

El sobre venía abierto. No pudo aguantar la tensión de la incertidumbre que se acentuó por culpa de un fallo administrativo. Tuvo que recoger el en persona un análisis que no había llegado a su expediente.
Lo que anunciaban aquellas lineas sobre el papel llenas de datos, es que Luis se había contagiado con el virus del SIDA; la serología a los dos meses del contacto se había positivizado.
Para mi entraba dentro de lo posible; un mes antes solicité las pruebas ante un cuadro de condilomas (verrugas genitales) contraído en un contacto sexual. Me lo remitía su médico de familia.

Aquel día me contó que éste ya le había tratado de una secreción que le apareció a las 2- 3 semanas (clamidias?) y me enseñó otros papeles que confirmaban que también la sífilis había recalado en aquel desafortunado joven. Clamidias, treponemas, virus del papiloma y ahora virus de la inmunodeficiencia humana, ¿se podía tener tan mala fortuna?.

Es ahora, con el último informe, cuando me dice: «…que no puede ser…que se juntaron los colegas a tomar unas cervezas…que a alguién se le ocurrió que podían echar a suertes quien tendría un encuentro con una prostituta…que pusieron un fondo común…que fué el quién sacó el palillo más pequeño…que fue con la boca”.

Sexo oral no es sinónimo de sexo seguro. La “oralidad” de una de las partes en los contactos sexuales, no garantiza la ausencia de fenómenos de contagio. La boca puede ser fuente y receptora de enfermedades, cuando contacta con los genitales.

Una vez más han sido las declaraciones de una estrella del cine, las que han puesto sobre la mesa un problema de salud. Michael Douglas «relaciona su cáncer de garganta con prácticas de cunilingus».

Se plantean dos vertientes del problema: la infecciosa y la cancerígena.

Sexo oral e infección

La boca es una zona séptica, donde conviven una gran cantidad de gérmenes en un cierto equilibrio. Aunque no es habitual encontrar crecimiento de aquellos que habitualmente producen las enfermedades de transmisión sexual, su presencia es posible. El caso real que se describe al comienzo es un claro ejemplo.

Clamidias y gonococos pueden ser la causa de faringitis que tras el contacto sexual devienen en uretritis de la pareja. Las faringitis gonocócicas son más frecuentes entre homosexuales.

La sífilis, causada por el treponema pallidum, da como manifestación inicial una placa más o menos erosionada (chancro) altamente contagiante a través del contacto con ella. Sin tratamiento puede durar varias semanas.

En el caso de que haya concomitancia con infección por VIH, la presencia de un chancro sifilítico hace más probable la transmisión del virus del SIDA.

El VIH se puede trasmitir si en la superficie mucosa de la boca (lengua, labios, laterales de boca paladar y farínge) se produce herida o ulceración. Las estadísticas señalan que en nuestro país más del 50% de portadores del virus lo desconocen.
El virus del papiloma humano (VPH) es muy ubícuo y la cavidad oral no es una excepción.
Se estima que su presencia en boca es de cerca del 10% de la población, pero en muy pocos casos desarrolla una verruga en esa localización.

Sexo oral y cáncer de boca

Esta asociación es la que más preocupa. La mayoría de tumores de boca tienen su origen en el tabaco y el alcohol, y sin embargo a pesar de la disminución de estos hábitos la incidencia de este tipo de cáncer ha ido en aumento.

Sexo oral, papiloma y cáncer de boca.

Sexo oral, virus del papiloma y cáncer de boca.

La búsqueda del VPH en estos tumores ha dado resultados llamativos, con hallazgos desde un 30 a un 70% según países. Que además sea el serotipo 16 el más prevalente, también implicado en el desarrollo de cáncer de cuello de útero, lleva a relacionar su presencia con prácticas de sexo oral.

En EEUU el VPH se encuentra en la boca de un 7-10% de la población y en la mayoría de los casos evoluciona hacia su desaparición en 2 años . Es más frecuente entre personas que hayan tenido múltiples parejas sexuales (+ de 6).

Faltan estudios para determinar la historia natural del virus en esta ubicación, pero si fuese semejante a lo que ocurre en cuello de útero, solo un porcentaje mínimo de los portadores crónicos desarrollaría cáncer. El tabaco el alcohol y déficits inmunológicos hacen más probable la transformación.

Secuencia evolutiva : Sexo oral….transmisión de VPH (solo algunos)…. portador crónico (solo algunos)…. aparición de cáncer (solo algunos).

Como en todo debate científico, serán próximas investigaciones las que vayan arrojando luz sobre este hecho de gran repercusión sanitaria.

Preservativos como barrera al contagio

Preservativos de sabores y ecológicos, incentivos para promover su uso.

  • El uso del preservativo tiende a evitarse en la práctica de sexo oral.
  • El estímulo orosexual hacia la mujer hace muy difícil una protección eficaz.
  • El número elevado de parejas sexuales a lo largo de la vida es factor de riesgo.

Eduardo Lauzurica. Dermatólogo

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5 comentarios

Archivado bajo Cancer de boca, Enfermedades de transmisión sexual

5 Respuestas a “Sexo oral y sus riesgos

  1. Jose Benjamín Garrido

    Esta información hay que darle mas promoción en los todo los medios de comunicación y mas que todo en todo los institutos de educación, para así prevenir este tipo de enfermedad…¡¡¡

    • No te falta razón, Jose. En mi experiencia las practicas de riesgo, algunas de las cuales acaban en contagio, están directamente relacionadas con el consumo de alcohol y sobra decir a que niveles está entre la juventud.
      Un saludo.

  2. esta muy buena la nota! habría que difundirlo mas,no todo el mundo tiene esta info,y esta muy bueno para tener en cuenta .

    • Gracias Debora; en cuanto a la difusión, sois los lectores parte activa.
      Encantado de ver el apellido, tan poco frecuente, acompañando en los comentarios y llegando de tan lejos.
      Un saludo desde este lado del océano.

  3. Pingback: Cáncer de boca, no todo son hongos | Cuaderno en piel